En Puerto Rico se ha convertido en tradición para los padres el publicar fotos de sus hijos el primer día de clases con su uniforme, sin conocer las consecuencias que podría tener esta práctica
El Negociado de la Policía hace un llamado a los padres y tutores a evitar colocar en las redes sociales fotos y vídeos con información gráfica o personal de estudiantes menores de edad, incluyendo el uniforme escolar y sus pertenencias, una práctica que se ha convertido en tradición para algunos padres al inicio del semestre académico.
De acuerdo con el director de la División de Crímenes Cibernéticos de la Policía, teniente Luis F. Maldonado Miranda, las imágenes suplen piezas de información, como el nombre del alumno y del plantel escolar, sus rasgos físicos y su voz, su vestimenta diaria y pertenencias, entre otras que pueden ser utilizadas por los pederastas para lograr acceso al menor y por los estafadores para fingir secuestros y pedir dinero por el supuesto rescate de los menores.
«Los esquemas de fraude e intentos de fraude por la vía telefónica se basan en información obtenida en las redes sociales. Las personas que exponen mucha información en las plataformas sociales pueden ser víctimas de extorción: el criminal usualmente utiliza la foto o el vídeo para describir al menor y darles credibilidad a sus peticiones. Hemos visto casos en que, mediante inteligencia artificial, incluso pueden manipular las imágenes e imitar la voz del alumno pidiendo ayuda a sus padres o encargados», dijo el oficial policíaco.
«Hacemos un llamado a evitar la difusión de imágenes de los menores y a la cautela en el uso de internet en respuesta a la proliferación de imágenes de estudiantes en entornos familiares, académicos y sociales en las redes a comienzos de cada ciclo académico. Esto se ha convertido en una costumbre que puede tener consecuencias negativas, particularmente cuando consideramos que pueden alimentar otras modalidades de delitos cibernéticos», expuso por su lado, el comisionado de la Policía, Antonio López Figueroa.
Maldonado Miranda explicó que, en términos generales, los casos cibernéticos que más se reportan son la intrusión en la tranquilidad personal, que es el uso de un medio para proferir lenguaje amenazante, obsceno o lascivo a una persona, y el fraude.
En lo que va del año 2023 se han reportado 93 casos de intrusión y 68 de fraude, según indicó. Los datos estadísticos de los años anteriores sugieren una disminución en las instancias. En el 2022, se reportaron 186 casos de intrusión; 397 en 2021 y 552 en el 2020. En cuanto al fraude, en 2022 se reportaron 65; 252 en 2021 y 136 en 2020. Los casos que involucran a menores están incluidos en estas cifras.
El director de Crímenes Cibernéticos de la Uniformada agregó que, a base de la experiencia, entiende que están ocurriendo más casos que los reportados, pero los padres o tutores no están en conocimiento de las situaciones de acecho, acercamientos indebidos, seducción por internet y proposiciones sexuales, entre otros a los que están expuestos sus hijos.
Este indicó, además, que gran parte de los abusos contra menores se dan en el entorno familiar o cercano a las familias.
El experto en crímenes cibernéticos recomendó a los padres instalar una aplicación de control parental, que pide permiso para instalar otras aplicaciones, tiene categorías y hace advertencias sobre el contenido de los juegos y otras plataformas.